Sin más...

Los nervios tienen atenazado mi cuerpo.
Mis manos tiemblan.
Mis ojos, solo buscan los tuyos.

Cuanto he echado de menos contemplar de nuevo tu sonrisa.
El brillo de tus ojos, al reír hace que el resto del mundo desaparezca.

De nuevo, ante ti.
El deseo es ahora el que atenaza mi mente.
la luz, oscilante, deja vislumbrar tu cuerpo. Sugerente.

El encaje insinúa las curvas de tu cuerpo desnudo.
Hasta mi, llega el brillo de tu pelo.
Hasta mi, llega el olor de tu cuerpo, limpio.

Mi deseo es ahora estar en ti.
Poseer tu alma, también desnuda.
Mi hambre de tu sexo, libera mi calma.

El aperitivo es tu boca.
Húmeda, sabrosa... deseosa de mi aliento.
Tu piel, me envuelve.

Sacio mi sed.
Bebo de ti... deleite de tu sexo en mis labios.
Vino que emborracha todos mis sentidos.

Ya no hay barreras.
Tu cuerpo quema mi piel. La suavidad de tus pechos bajo mis manos.
Jadeos, susurros de complicidad que llaman.

El aroma de nuestra excitación aviva la luz tintineante de la habitación.
No hay nada sino tu.
El fluir de nuestro ánimo aviva su ritmo.

Todo se desborda...
Y me derramo dentro ti...

Mi sed, no desaparece... tu voz... tu sabor... tu boca cerca de mi.
Siempre